LOS TRANSFERENCISTAS.
Conversaciones con Lazaro Lacho Martinez,
Marzo, 2023.
... pero primero, quiero decirte que un paso muy importante antes de este encuentro fue el proceso en sí. En el proceso hubo una conexión no superficial de todas las partes, y la intención era crear un solo cuerpo: un cuerpo intelectual físico, un cuerpo de gestión en relación con la transferencia sonora, transferencia oral… Esto creó una disolución del otro, lo cual no significa que haya una idea ajena, sino que yo podía ser capaz de desde el lugar del otro, hacer un autorretrato de él por mi mano, una conexión, ya que incluso de vernos, éramos, había esa coherencia exclusiva, intelectual…
Hay una operación intelectual en la producción de esa obra. Este tipo de obra que emerge de las capas y de esa lluvia de ideas, que es más que una lluvia, es una cohesión. Incluso jugando desde la idea aún de lo ininteligible, aun manteniendo esa cohesión, esa coherencia, esa unicidad y ver cómo ese espacio, es un espacio no localizable.
Me gustaría retomar lo que acabo de decir: verlo como un síntoma, poque al cambiar el proceso, también cambian los sujetos. No se trata de un simple trueque o enroque. Es un enroque concepto estético, un trueque también es un intercambio de contenido. Si no, es mejor cambiar el soporte a la manera de producir el objeto. No puedo afirmar que la relación no cambie, pero puede ser estresante, puede ser una sorpresa, puede ser conflictiva. Sin embargo, es orgánico, así deben ser las cosas.
Continuemos esta exploración. Volvamos a la idea de que el espacio no es localizable y el individuo no es localizable. Esto plantea un desafío, ya que el arte tradicionalmente ha sido asociado con la idea de un lugar y un sujeto concreto. Sin embargo, en esta obra, buscamos trascender esas limitaciones y explorar la transmutación y el cambio como elementos fundamentales.
Cuando hablo de cambiar el proceso, me refiero a que al modificar la forma en que concebimos y llevamos a cabo el proceso creativo, también cambiamos a los sujetos involucrados. No se trata simplemente de intercambiar roles o cambiar superficialmente el contenido. Es un intercambio profundo que implica una transformación en sí misma.
La idea de intercambiar el soporte o el objeto de producción también es relevante. Siempre y cuando mantengamos la cohesión y la unicidad en nuestra obra, podemos explorar diferentes medios y materiales para dar forma a nuestras ideas. Incluso podríamos considerar la posibilidad de reformar o desarticular el objeto, generando así una nueva perspectiva.
Es importante destacar que este proceso puede ser desafiante y conflictivo. Puede generar estrés e incertidumbre. Sin embargo, es un proceso orgánico que nos permite explorar nuevas posibilidades y romper con las convenciones establecidas. No estamos buscando un intercambio por el simple hecho de cambiar, sino más bien, buscamos la transformación y la evolución de nuestro hacer y de nosotros mismos como artistas.
En esta obra que estamos creando, nos estamos alejando de las nociones tradicionales de espacio y sujeto. Estamos explorando la transmutación, el cambio y la conexión entre todas las partes involucradas. Aunque pueda parecer ininteligible en ocasiones, hay una coherencia y una unicidad que se mantiene. Este proceso desafía las barreras conceptuales y estéticas, y nos invita a repensar cómo concebimos y producimos el arte.
Lazaro Lacho Martinez
